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The Darknight

Universo Marvel : Marvels

-"El mundo no puede seguir así.
No debe seguir así. ¿o sí?"-
Phil Sheldon

De pronto, escuchas un ruido y ves un ser envuelto en fuego como una antorcha que vuela entre los edificios persiguiendo a un hombre desnudo que también vuela. Aparece entonces una figura vestida de rojo, blanco y azul que brinca entre los autos estacionados persiguiendo a un gigantesco hombre verde. El cielo que unos minutos antes mostraba un bello sol, se oscurece y la tormenta anuncia la llegada de un antiguo dios nórdico del trueno, que ahora camina entre los humanos. 

Al voltear a un lado, escuchas enormes pisadas y ves a un grupo de robots gigantes que persiguen a un grupo disfrazado de amarillo y negro. Ni ángeles ni bestias, sólo mutantes que escapan por las calles principales de la ciudad. Tratas de taparte tus ojos pensando que no puede ser cierto y, al ver el cielo, ves a un enorme ser que está construyendo una máquina sobre uno de los edificios y ves a un cuarteto fantástico peleando contra un surfeador plateado. Desvías tu mirada y ves a un hombre escalar un edificio como si fuera una araña, intentando capturar a un villano disfrazado para Halloween que secuestró a una muchacha. 

Tú sabes que no puede ser cierto, aunque lo estés viendo no puedes creerlo. NO ves gente aventándose coches y desperdicios como si aventaran bolas de papel. NO ves volar gente. NO sientes terror al ver que pasan junto a ti monstruos de más de diez metros de altura. NO ves ningún tipo de rayos láser que se disparan los unos a otros. Tampoco ves la pared que está a punto de aplastarte... pero sí ves a un hombre en armadura de hierro que te salva y te pregunta si te encuentras bien.

Años después de la Segunda Guerra Mundial, Nueva York se empezó a llenar de Marvels como los Cuatro Fantásticos, Thor, el regreso del Sub-Marinero y del Capitán América. Nuevos villanos aparecieron, pero siempre se podía confiar en los Vengadores para vencerlos. Era el mejor espectáculo del mundo y todos estaban en primera fila. Pero había un problema: los mutantes, seres deformados por un cambio en su estructura genética. Todos sabían que los mutantes estaban aquí para destruir a la gente normal y mientras que la gente se emocionaba con los Marvels, los mutantes eran golpeados. Pero había cosas más importantes en que pensar: la boda de Reed Richards y Susan Storm. Todos hicieron un gran alboroto por la boda y por un momento se olvidaron de los mutantes. Pero después Bolívar Task mostró su plan anti-mutantes que había creado: robots cazadores de mutantes llamados Centinelas. Los Centinelas traicionaron a Task y escaparon. La tensión hizo que la gente hiciera revueltas y destrozos... el mismo día que habían actuado como gente decente en la boda de Reed y Sue. Todos se calmaron después pero el miedo a los mutantes nunca desapareció. 

No habían pasado más de dos meses después de la boda cuando todos querían ver muertos a los Marvels. Se les culpaba de todo tipo de crímenes. Phil Sheldon siempre pensaba que los Marvels eran personas buenas, pero ahora empezaba a dudar de su juicio. Entonces el cielo se incendió y luego lo cubrió una capa de rocas. Nadie sabía que pasaba, hasta que apareció un ser plateado que venía del cielo. El ser plateado mandó una señal y apareció una enorme maquinaria de un ser llamado Galactus que se preparaba para destruir la Tierra. El día del juicio final había llegado. Los Cuatro Fantásticos intentaron detener al ser llamado Galactus, pero fueron derrotados. Todas las personas normales se preparaban para su inevitable muerte, pero de pronto anunciaron por televisión que Galactus se había marchado y que todos estaban a salvo ahora. Como Phil, cualquiera hubiera esperado que se le agradeciera a los Marvels por protegerlos y salvarlos, que se les harían desfiles y se construirían estatuas a sus nombres, pero en lugar de eso los siguieron difamando y odiando. 

Phil publicó un libro con fotos de los Marvels y fue muy vendido, pero sabía el por qué. Los Vengadores habían ido a pelear una guerra entre dos razas alienígenas y si perdían, la Tierra estaría en peligro. Los Vengadores habían ido a pelear por las personas que los odiaban y que habían escupido en sus caras. En lugar de ser sinceros y aceptar que se preocupaban por ellos, mejor compraban libros. Cuando regresaron, todos disimularon su preocupación, pero no los dejaron nunca en paz. Phil Sheldon contrató a una asistente ya que se estaba haciendo viejo y estaba cansado de todo lo que le pasaba a los Marvels. No sabía como ayudar a la gente normal para que entendieran a los Marvels, hasta que se dio cuenta que podía limpiar el nombre del Hombre Araña.

Al Hombre Araña se le culpó de la muerte del capitán de policía George Stacy durante una pelea contra el Doctor Octopus. Phil empezó a investigar y habló con varios testigos hasta que habló con la hija de Stacy: Gwen. Phil se dio cuenta que los Marvels no hacían sus proezas para lucirse, lo hacían para salvar a gente inocente, gente como Gwen Stacy. Pero Phil también se dio cuenta que estaba perdiendo su visión objetiva de los Marvels. Cuando Phil volvió a casa de Gwen para seguir con la entrevista, vio cómo el Duende Verde la secuestraba. Phil tomó un taxi y los siguió teniendo fe en que cualquiera de los Marvels iría a salvarla, puesto que ésa era su labor. Sobre el puente Golden Gate, Phil vio al Hombre Araña llegar para salvar a Gwen, como debe de ser. Phil estaba listo para tomar la foto de la derrota del villano, cuando el Duende Verde empujó a Gwen... el Hombre Araña usó su telaraña para salvarla... pero el impacto de la caída rompió el cuello de Gwen. Phil Sheldon lo sabía y no se fijó en lo que pasó después. El le falló. El Hombre Araña le falló a Gwen... le falló a todos.

El mundo siguió como siempre y nadie se preocupó por Gwen ya que, al fin y al cabo, no era nadie importante... sólo una inocente. Phil nunca se recuperó de la muerte de Gwen y se dio cuenta que había perdido la visión y que ya no podía seguir escribiendo o tomando fotos de los Marvels. Así que simplemente se retiró.